La Ley 21.131, también conocida como Ley de Pago a 30 Días, cambió las reglas del juego para miles de empresas en Chile, especialmente para las empresas de menor tamaño. Si vendes productos o prestas servicios, sabes lo importante que es que te paguen a tiempo. Esta ley tiene como objetivo justamente eso: garantizar que el pago de facturas no se convierta en una amenaza para la supervivencia de tu negocio.

¿Qué es la Ley de Pago a 30 Días?

Es una norma vigente desde febrero de 2019 (y plenamente aplicada desde 2021), impulsada por el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, que establece un plazo máximo de 30 días corridos para el pago de la factura desde su recepción.

Aplica tanto a empresas privadas como a organismos del Estado. Su foco está en mejorar el cumplimiento de los compromisos comerciales y dar mayor liquidez a las pymes.

¿A quiénes aplica esta ley?

La ley de pago aplica a cualquier empresa que emita o reciba facturas por ventas o prestaciones de servicios dentro del país.

No discrimina por tamaño: afecta a grandes corporaciones, pymes, instituciones estatales e incluso compradores del extranjero si hay una operación en Chile involucrada.

¿Qué establece exactamente la ley 21.131?

  • Plazo máximo de 30 días corridos desde la recepción de la factura.
  • El comprador tiene 8 días para aceptar o rechazar la factura. Pasado ese tiempo, se entiende aceptada.
  • Si el pago no se realiza a tiempo, se genera automáticamente:
  • Interés corriente.
  • Una indemnización del 1% del monto adeudado.
  • Se prohíbe pactar plazos superiores a 30 días como regla general.

¿Se puede establecer un plazo mayor al legal?

Sí, pero hay condiciones. Las partes pueden firmar un acuerdo por escrito que justifique un plazo de pago mayor, siempre que ese plazo no sea abusivo y tenga una razón económica o comercial válida. De lo contrario, se considera ilegal.

Por ejemplo, si tu relación comercial incluye importaciones con despacho desde otro país, podrías argumentar un plazo mayor por razones logísticas. Pero en un contrato estándar de servicios locales, no tendría justificación.

Excepciones importantes que debes conocer

Hay casos donde no se aplica el plazo máximo de 30 días, cómo por ejemplo:

  • Contratos de obra pública que tengan otras condiciones contractuales.
  • Algunas importaciones o exportaciones con plazos internacionales.
  • Pagos condicionados a certificaciones o aprobaciones técnicas (aunque deben quedar bien documentados).

¿Cómo impacta la ley en tu flujo de caja?

El pago a 30 días busca estabilizar las ventas de las pymes y mejorar su capital de trabajo. El objetivo es que las empresas no tengan que financiar gratis a sus compradores.

En otras palabras, te permite planificar tus ingresos con certeza y evitar recurrir a líneas de crédito por falta de pago.

Por otro lado, las empresas que incumplen enfrentan no solo intereses y multas, sino también daño reputacional. 

En licitaciones públicas, por ejemplo, el cumplimiento de la ley puede influir en la evaluación de los proveedores.

¿Qué hacer si no te pagan a tiempo?

  1. Verifica la recepción de la factura por parte del cliente.
  2. Espera los 30 días corridos.
  3. Si no se ha efectuado el pago, puedes:
  4. Exigir interés corriente y el 1% de indemnización.
  5. Iniciar acciones legales.
  6. Evaluar el uso de garantías contractuales.

Si trabajas con entidades del Estado, puedes escalar el caso al organismo correspondiente, o incluso ingresar una denuncia a la Contraloría General de la República.

¿Cómo asegurar el cumplimiento de la ley?

Usa herramientas que te ayuden a registrar la recepción, plazos y estado del pago, como softwares contables.

En resumen: la Ley de Pago a 30 Días no es solo una formalidad. Es una herramienta para profesionalizar tus relaciones comerciales, cuidar tu flujo de caja y evitar abusos. 

Conocerla, aplicarla y exigir su cumplimiento es parte de la sostenibilidad de tu negocio.

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