Llevar el control del valor de tus activos fijos no es solo un requisito contable, sino una pieza clave para entender cómo evoluciona el patrimonio de tu empresa con el tiempo. Y los métodos de depreciación son las herramientas que te permiten distribuir el costo de bienes como maquinaria, equipos o vehículos a lo largo de su vida útil.

En esta guía te mostraremos cómo calcular la depreciación paso a paso, qué dice el Servicio de Impuestos Internos (SII) en Chile, cuáles son los tipos de métodos más usados, y en qué casos conviene uno u otro.

Ya sea que estés llevando la contabilidad de una pyme o necesites comprender este proceso para planificar tus inversiones, este artículo te ayudará a entender este proceso.

¿Qué es la depreciación?

La depreciación es el reconocimiento contable del desgaste, uso o pérdida de valor que sufre un activo fijo a lo largo del tiempo.

Cuando una máquina o un computador se adquieren, no se registra su costo como gasto inmediato, sino que se distribuye en los años que va a prestar servicio, es decir, durante su vida útil del activo.

¿Por qué es importante calcular la depreciación?

Calcular la depreciación es fundamental tanto por razones contables como tributarias y financieras.

1. Refleja el valor real de tus activos

Los activos fijos como maquinaria, equipos o vehículos se desgastan con el tiempo. Calcular la depreciación te permite mostrar en los estados financieros cuánto ha perdido de valor cada bien desde su compra, lo que da una imagen más real y actualizada del patrimonio de tu empresa.

2. Impacta en tus resultados financieros

La depreciación se registra como un gasto contable. Esto significa que reduce tu utilidad antes de impuestos, lo que puede ayudarte a pagar menos impuestos legalmente, al disminuir tu base imponible.

3. Cumples con la normativa del SII

El Servicio de Impuestos Internos (SII) exige que se calcule y registre correctamente la depreciación de los activos. Si no lo haces, puedes tener problemas en fiscalizaciones, errores en tu contabilidad o perder beneficios tributarios disponibles.

4. Te ayuda en la toma de decisiones

Conocer el estado de tus activos (cuánto valor les queda, cuándo conviene reemplazarlos o darles mantenimiento) te permite planificar mejor tus inversiones y gastos operativos.

5. Es clave para financiamiento y auditorías

Los bancos, inversionistas o auditores revisan tus activos y su depreciación para evaluar la solidez y transparencia financiera de tu negocio. Un cálculo correcto da confianza y respaldo a tus cifras.

¿Qué activos se deprecian en Chile?

En Chile, el Servicio de Impuestos Internos establece que puedes depreciar todos los activos fijos tangibles que:

  • Tengan una vida útil limitada.
  • Se utilicen en el giro de la empresa.
  • No estén destinados a la venta (como el inventario).

Entre los bienes más comunes que puedes depreciar están:

  • Maquinaria industrial
  • Equipos de oficina
  • Vehículos
  • Edificaciones (no incluye terrenos)
  • Herramientas tecnológicas (como computadores)

La vida útil de estos bienes puede variar según el tipo de activo. El SII dispone de una tabla de vida útil de los bienes físicos del activo fijo o inmovilizado.

Esta vida útil del activo es clave para el cálculo de la depreciación, ya que define cuántos años se va a distribuir el gasto.

¿Qué dice el Servicio de Impuestos Internos sobre la depreciación?

La autoridad tributaria chilena permite a las empresas aplicar distintos métodos de depreciación, siempre que se basen en principios técnicos y se mantenga consistencia en su uso a lo largo del tiempo.

Existen dos formas principales de depreciar en Chile:

  1. Depreciación normal (o lineal): se distribuye el valor del activo de manera uniforme a lo largo de su vida útil.
  2. Depreciación acelerada: permite una mayor deducción en los primeros años, lo que puede ser útil para empresas que necesitan optimizar su carga tributaria en el corto plazo.

Ambas formas deben ser aplicadas con criterios de racionalidad y mantenimiento del activo. Además, es obligatorio llevar un control detallado del cálculo, el valor residual, y la fecha de adquisición de cada bien.

En la práctica, aplicar correctamente la depreciación no solo cumple con la normativa, sino que también mejora el control del valor de tus activos y facilita auditorías.

Métodos de depreciación más usados (y sus fórmulas)

Existen distintos métodos de depreciación:

Método lineal

Es el más sencillo y el más utilizado tanto contable como tributariamente.

Fórmula: (Valor de adquisición – Valor residual) / Vida útil

Ejemplo práctico: Compras una máquina por $6.000.000, con un valor residual de $600.000 y una vida útil de 5 años. La depreciación anual sería: (6.000.000 – 600.000) / 5 = $1.080.000

Ventajas:

  • Fácil de aplicar y entender.
  • Consistencia en los gastos anuales.

Cuándo usarlo: Ideal cuando el activo se usa de manera constante cada año, como en el caso de equipos de oficina.

Depreciación acelerada

Este método permite acortar la vida útil oficial a un tercio, lo que significa que puedes deducir más rápido el gasto por depreciación.

Depreciación instantánea

Aplica en ciertos casos especiales (como activos nuevos adquiridos en periodos definidos por ley) y te permite deducir el 100% del valor del bien en el mismo año en que lo compras. En los libros contables, ese activo queda registrado por $1 solo para efectos de control.

Depreciación opcional para Pymes

Las micro, pequeñas y medianas empresas pueden optar por depreciar sus activos en un solo año, sin seguir la vida útil tradicional. Es una opción especial para simplificar la contabilidad y facilitar beneficios tributarios inmediatos.

¿Cómo registrar la depreciación contable?

Registrar la depreciación correctamente es clave para cumplir con la normativa y tener estados financieros confiables. 

Aquí te explicamos cómo hacerlo:

1. Define los datos del activo

  • Valor de compra
  • Fecha de adquisición
  • Vida útil estimada
  • Valor residual
  • Método de depreciación elegido

2. Calcula la depreciación

Usa la fórmula correspondiente al método que aplicaste. Esto te dará el monto anual o mensual de depreciación.

3. Registra el asiento contable

4. Mantén el control documental

Debes guardar respaldo del cálculo de la depreciación, facturas de compra y evidencia del uso del activo. Esto es fundamental para auditorías y revisiones del SII.

Preguntas frecuentes

¿La depreciación afecta mi flujo de caja?

No directamente. Es un gasto contable, no un desembolso de dinero. Sin embargo, influye en el resultado tributario y por lo tanto en cuánto pagas de impuestos.

¿Qué pasa si un activo sigue funcionando después de su vida útil contable?

Puede seguir usándose, pero ya no genera gastos por depreciación. A efectos contables, está completamente depreciado.

El impacto real de una buena gestión de activos

En resumen, comprender y aplicar correctamente los métodos de depreciación no solo es esencial para cumplir con las normativas tributarias, sino también para reflejar con precisión la situación financiera de tu empresa y tomar decisiones informadas sobre tus activos.

Una gestión adecuada de la depreciación contribuye a una planificación financiera más efectiva y a la optimización de recursos.

Además, te permite anticipar necesidades de renovación, evaluar con mayor claridad la rentabilidad de tus inversiones y fortalecer la confianza frente a entidades financieras, socios y organismos reguladores.

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