En Chile, al igual que en muchos países, las empresas se clasifican por tamaño en categorías de micro, pequeña, mediana y grande empresa. Esta clasificación de las empresas se basa en criterios como el número de empleados y el nivel de ventas anuales de la compañía.

Entender en qué categoría se ubica su negocio es fundamental, ya que de ello dependen ciertas regulaciones aplicables, así como el acceso a beneficios, programas de apoyo gubernamental y oportunidades de financiamiento.

A continuación, revisaremos cada categoría de empresa y por qué dicha clasificación resulta relevante para emprendedores, gerentes y directores de pequeñas y medianas empresas.

Categorías de empresas por tamaño

En términos generales, las empresas se clasifican según su tamaño:

Microempresas

Las microempresas son las unidades de negocio más pequeñas. Usualmente emplean de 1 a 9 trabajadores, y sus ventas anuales son reducidas (en Chile se consideran micro aquellas con ingresos de hasta 2400 UF al año).

Suelen ser negocios familiares o emprendimientos individuales, con estructuras simples y recursos limitados.

A pesar de su tamaño, las microempresas tienen una presencia masiva: representan aproximadamente el 90% del total de empresas en el país.

Esto subraya su relevancia en la economía local, ya que generan empleo en comunidades pequeñas y sirven de base para el ecosistema emprendedor.

Pequeñas empresas

Las pequeñas empresas son el siguiente escalón. Tienen entre 10 y 49 empleados, y sus ventas anuales se sitúan aproximadamente entre 2401 y 25.000 UF.

Estas empresas ya cuentan con una estructura organizacional más definida y procesos más formalizados que las microempresas.

Su escala les permite atender a un mercado más amplio o diversificado, aunque todavía mantienen un carácter cercano y ágil.

Junto con las micro, las pequeñas empresas conforman el grupo de empresas de menor tamaño, beneficiándose de marcos regulatorios especiales diseñados para apoyarlas.

Medianas empresas

Las medianas empresas cuentan típicamente con 50 a 199 trabajadores, y registran ventas anuales entre 25.001 y 100.000 UF.

Se trata de compañías de tamaño intermedio: muchas veces son líderes en nichos de mercado o actores económicos importantes a nivel regional.

Su nivel de organización es mayor, pudiendo tener departamentos funcionales (como ventas, operaciones, recursos humanos) bien establecidos.

En Chile las micro, pequeñas y medianas empresas en conjunto abarcan cerca del 98% de la totalidad de empresas registradas, lo que muestra su peso en el aparato productivo nacional.

Grandes empresas

Las grandes empresas son aquellas que superan los límites anteriores. Por lo general emplean a 200 o más trabajadores y generan ventas anuales sobre 100.000 UF (es decir, volúmenes superiores a varios miles de millones de pesos).

Este grupo minoritario —menos del 2% del total de compañías en Chile— incluye a corporaciones de gran tamaño, tanto nacionales como multinacionales, con amplia disponibilidad de recursos y participación de mercado.

Las grandes empresas suelen tener acceso a financiamiento en mercados de capitales, departamentos especializados y economías de escala que les otorgan ventajas competitivas.

Por lo mismo, no califican para muchos de los apoyos estatales destinados a emprendimientos de menor tamaño, ya que se asume que cuentan con mayores capacidades financieras y operativas propias.

¿Por qué es relevante la clasificación por tamaño?

Conocer la categoría en que se ubica su empresa no es solo una formalidad, sino que tiene implicancias prácticas muy importantes.

A continuación, exploramos cómo la clasificación por tamaño influye en el acceso a programas de apoyo, las posibilidades de financiamiento y la participación en compras públicas.

Acceso a programas de apoyo y regulaciones especiales

El Gobierno de Chile y distintos organismos ofrecen programas de apoyo enfocados específicamente en micro, pequeñas y medianas empresas.

Esta segmentación por tamaño permite brindar financiamiento, asistencia técnica y capacitación adecuadas a cada tipo de empresa.

Por ejemplo, instituciones como Sercotec y Corfo cuentan con fondos concursables (capital semilla, subsidios para inversión, etc.), mentorías y capacitaciones orientadas a emprendedores.

Para poder postular a muchos de estos beneficios, se exige que la empresa esté dentro de cierto rango de ventas anuales (por ejemplo, bajo cierto tope en UF) o de número de trabajadores.

Además, la clasificación por tamaño sirve también para regímenes tributarios simplificados y facilidades en trámites para pymes, reconociendo que las cargas administrativas que soporta una gran empresa resultan muy pesadas para un microemprendimiento.

En resumen, identificar a una empresa como micro, pequeña o mediana permite al Estado focalizar apoyos e incentivos para impulsar su crecimiento.

Esta diferenciación actúa como un pilar de las políticas públicas de fomento productivo y promoción del emprendimiento en el país.

Facilidades de financiamiento para pymes

El tamaño de la empresa también influye en las opciones de financiamiento disponibles. Los emprendedores y dueños de pymes suelen enfrentar más dificultades para conseguir créditos bancarios tradicionales, por lo que el Estado ha implementado mecanismos para apoyarlos.

Un ejemplo destacado es el FOGAPE (Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios), un fondo estatal que garantiza un porcentaje de los créditos otorgados por instituciones financieras a empresas de menor tamaño.

Solo empresas bajo cierto umbral de ventas pueden acceder a estos créditos con garantía estatal. Esto incluye a micro, pequeñas y medianas, pero deja fuera a las empresas grandes.

En la práctica, significa que una empresa mediana puede obtener financiamiento con apoyo del Estado en mejores condiciones (plazos más largos, tasas más bajas o con menos requerimientos de colateral) que las disponibles para una empresa grande.

Por otro lado, muchos bancos y cooperativas de crédito manejan segmentos PYME en sus carteras, ofreciendo productos diseñados para empresas más pequeñas: líneas de crédito para capital de trabajo, leasing, factoring y otros instrumentos con montos y evaluaciones de riesgo acordes a las dimensiones de micro y pequeñas empresas.

Si tu empresa es formalmente reconocida como PYME, es más probable que califiques para estos productos.

Por ello, pertenecer al segmento PYME abre puertas a financiamiento especializado, muchas veces con aval del Estado o con tasas preferenciales, que pueden ser cruciales para crecer o sobrellevar periodos económicos difíciles.

Participación en compras públicas

La clasificación por tamaño también cobra relevancia a la hora de venderle bienes o servicios al Estado, es decir, en las compras públicas.

En Chile, las micro, pequeñas y medianas empresas han ido ganando terreno como proveedoras del sector público gracias a políticas que fomentan su participación.

De hecho, la reciente Ley de Compras Públicas pone especial énfasis en promover la participación de las empresas de menor tamaño en el mercado de las licitaciones estatales.

¿Por qué? Porque se reconoce que las pymes no solo componen la mayor parte del tejido empresarial, sino que también aportan dinamismo y competencia a los procesos de compra del Estado.

Hoy en día, plataformas como ChileCompra (Mercado Público) facilitan que una pequeña empresa se registre y compita en licitaciones en igualdad de condiciones.

Existen modalidades ágiles (como la Compra Ágil para montos bajos) pensadas para que proveedores pequeños puedan ofertar de forma simple.

Gracias a estas iniciativas, una proporción significativa del gasto público ya se destina a pymes. Esto demuestra que el Estado está abriendo oportunidades para los emprendedores más pequeños, lo cual se traduce en contratos que pueden impulsar sus ventas y darles experiencia en grandes mercados.

Desde la perspectiva del empresario pyme, esta clasificación le permite acceder a ventajas en los procesos de licitación.

Algunas convocatorias de gobierno otorgan puntajes o condiciones especiales a las pymes, reconociendo su situación.

Participar en el Mercado Público puede ser una vía de crecimiento: ganar una licitación, aunque sea pequeña, inyecta liquidez y aumenta la credibilidad de la empresa, facilitando su crecimiento futuro.

Al mismo tiempo, para el Estado y la sociedad, incluir más pymes como proveedoras mejora la competencia, reduce costos y fomenta la innovación en las compras públicas, a la vez que promueve el desarrollo económico local y la creación de empleos.

En suma, clasificar a las empresas según su tamaño y favorecer la inclusión de las pymes en las compras públicas es una estrategia ganar-ganar: el gobierno diversifica sus proveedores y las pymes acceden a un gran cliente con capacidad de pago.

Conclusiones

La clasificación de empresas por tamaño (micro, pequeña, mediana o grande) no es un mero dato estadístico, sino un elemento práctico que influye en la vida de cualquier negocio.

Para los emprendedores y directivos de pequeñas y medianas empresas en Chile, entender su clasificación les ayuda a identificar qué apoyos y beneficios pueden aprovechar y qué obligaciones o límites les aplican.

Las micro, pequeñas y medianas empresas cuentan con un ecosistema de apoyo dedicado: desde programas gubernamentales de fomento, pasando por créditos con garantías estatales, hasta preferencias en ciertos mercados como el de las compras públicas.

Aprovechar estas ventajas comparativas puede marcar la diferencia en la competitividad y supervivencia de un negocio emergente.

En un país donde las pymes constituyen el corazón de la economía por su aporte al empleo y al dinamismo local, resulta vital continuar promoviendo políticas que reconozcan las diferencias de tamaño.

Cada categoría empresarial tiene sus desafíos y oportunidades: mientras una microempresa valora la simplificación de trámites y el acceso a un pequeño crédito, una mediana empresa buscará financiamiento para dar el salto a nuevos mercados y podrá asumir proyectos mayores.

Saber “en qué liga juega” tu empresa te permitirá tomar decisiones informadas, buscar el apoyo adecuado y cumplir con las normativas correspondientes.

En definitiva, la clasificación por tamaño es una herramienta para nivelar la cancha: ayuda a que los emprendimientos más pequeños compitan en mejores condiciones y contribuyan plenamente al desarrollo económico de Chile, al tiempo que reconoce la capacidad y responsabilidad de las empresas más grandes en el mercado.

¿Tu empresa necesita un impulso? Maxxa te ayuda a crecer

En Maxxa sabemos que las pymes necesitan soluciones concretas para avanzar. Por eso, ofrecemos herramientas de financiamiento simples, rápidas y a la medida de tu negocio.

Ya sea que necesites liquidez para postular a una licitación o capital para seguir creciendo, en Maxxa encuentras el respaldo que necesitas para dar el siguiente paso.